Los termómetros de infrarrojos industriales (medidores de punto) y las cámaras de infrarrojos similares están calibrados para un amplio rango de temperaturas de medición y de funcionamiento. Por lo general, presentan una resolución de 0,1 °C, pero su (im)precisión básica es normalmente de ± 1,5 a 2,5 °C.
Aunque los termómetros de infrarrojos industriales son instrumentos mucho más avanzados que los termómetros médicos convencionales, en comparación con estos, presentan una imprecisión básica mucho mayor. Los termómetros médicos son mucho más precisos porque suelen estar calibrados para un rango de temperaturas reducido (aprox. entre 34 y 44 °C). Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de utilizar un termómetro industrial para este fin; tan solo debemos averiguar cuál es la desviación básica el aparato.
La solución para medir la temperatura con un termómetro de infrarrojos industrial es una medición proporcional, es decir, una medición relativa. En otras palabras, debemos averiguar la desviación de nuestro termómetro industrial en comparación con la temperatura normal.
Si medimos la temperatura de una persona sana y obtenemos un determinado valor, p. ej., 34 °C, es prácticamente seguro que si obtenemos un valor de 36 °C en otra persona, entonces esta persona tiene una temperatura más alta, es decir, su frente está 2 °C más caliente que la de otras personas a las que se les ha medido la temperatura.
Es aconsejable repetir la medición varias veces para realizar esta «calibración». De este modo comprobamos si el termómetro sigue ofreciendo el mismo resultado (o con una desviación mínima) incluso tras varias mediciones de un mismo objeto con una temperatura constante. Por ejemplo, la pared interior de la oficina, que normalmente presenta una temperatura muy estable en un intervalo de pocos minutos, nos puede servir para realizar esta verificación.
La emisividad del cuerpo humano es de aproximadamente 0,98, por lo que si el termómetro lo permite, recomendamos ajustarlo en el dispositivo de esta manera.
Otro factor importante que no debemos olvidar es que la frente humana rara vez presenta la temperatura real del cuerpo humano. Aunque realicemos la medición con un termómetro muy preciso con una desviación de, p. ej., ± 0,1 °C, rara vez muestra una temperatura de 36-36,5 °C, cosa que sí conseguiríamos si medimos la temperatura en la axila. Esto se debe a que la temperatura de la frente depende bastante de la temperatura ambiente y, sobre todo cuando el tiempo es frío y ventoso, esta puede ser significativamente inferior que la temperatura real del cuerpo.
Campo de visión: el ángulo de visión de los termómetros médicos es, por lo general, más amplio que el de los termómetros industriales, pero en la práctica, esto no supone un problema. Los termómetros médicos convencionales están diseñados para medir desde una distancia de entre 1 y 5 cm y generalmente no tienen óptica, por lo que se leen con una ratio de entre 1:1 y 1:3.
Los termómetros de infrarrojos industriales suelen tener una óptica entre 1:8 y 1:20, por lo que miden una zona facial más reducida a la misma distancia de medición. Por lo tanto, el ángulo de detección más estrecho de los termómetros industriales puede suponer una ventaja, ya que permite medir desde una distancia mayor (p. ej. 20 cm).
En conclusión, podemos decir que con ayuda de la antedicha sencilla «calibración», podemos obtener resultados fiables al medir la temperatura del cuerpo humano con termómetros de infrarrojos industriales. Naturalmente, medir la temperatura corporal con un termómetro médico sigue siendo la opción más sencilla para determinar la temperatura del cuerpo humano. La resolución de ambos tipos de termómetro suele ser la misma: 0,1 °C.
Si tiene alguna pregunta sobre la medición en sí o sobre termómetros o cámaras de infrarrojos industriales específicos, estaremos encantados de aconsejarle a través de la siguiente dirección: sales@soselectronic.com
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